domingo, 9 de junio de 2024

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lunes, 15 de abril de 2024

Plazo para Reclamar por Negligencia Abogado

 



Plazo para Reclamar por Negligencia Abogado





¿Cuál es el Plazo para Reclamar por Negligencia Abogado?, ¡Bienvenidos de nuevo!, hoy hablaremos de cuál es el plazo para poder hacer esta acción y actuar en el asunto en el que nos encontremos.


Índice
    1. ¿Qué es la negligencia profesional de un abogado?2. Plazos de prescripción para reclamar por negligencia abogadil3. Pasos para presentar una reclamación por negligencia4. Casos reales de negligencia y sus resoluciones5. Preguntas Frecuentes

¿Qué es la negligencia profesional de un abogado?

La relación entre un abogado y su cliente debe estar basada en la confianza, el profesionalismo y la protección diligente de los intereses de quien deposita su situación legal en manos de un defensor. Desafortunadamente, en algunos casos los abogados incurren en negligencia, error o impericia al manejar los casos de sus clientes, ocasionando graves perjuicios.

Ante ello, es fundamental que el cliente perjudicado conozca el plazo con el que cuenta para presentar su reclamación por responsabilidad profesional en contra del abogado negligente. En este artículo analizaremos en detalle el concepto de negligencia abogadil, los plazos de prescripción aplicables, el proceso para reclamar y casos reales al respecto.

Plazo para Reclamar por Negligencia Abogado

Definición y ejemplos de negligencia

Se considera negligencia profesional cuando un abogado incumple sus deberes legales y éticos al prestar sus servicios, ya sea por descuido, imprudencia, impericia, ignorancia o dolo, lo que provoca un daño o perjuicio al cliente. La negligencia profesional ocurre cuando la conducta del abogado no cumple con el estándar de atención o diligencia que se espera de un abogado promedio. Implica la falta de skill, cuidado y conocimientos jurídicos adecuados en el manejo del caso del cliente.

Puede manifestarse a través de distintas acciones como error en la aplicación de leyes y procedimientos, ausencia a audiencias importantes, pérdida de plazos clave, asesoría legal deficiente, falta de comunicación y diligencia, delegación inapropiada de tareas en personal no calificado, entre muchas otras.

Para que se configure una negligencia profesional, debe existir una relación formal entre abogado y cliente a través de un contrato o acuerdo de servicios legales y haberse provocado un daño directo al cliente producto de la incompetencia del abogado. Este daño puede ser desde pérdidas económicas y materiales, hasta el deterioro de derechos legales del cliente.

La gravedad de la negligencia dependerá de factores como la magnitud del error, si se actuó de forma premeditada o accidental, el impacto provocado y las leyes específicas que se hayan infringido según la jurisdicción. Pero en todo caso debe existir una clara desviación del actuar cuidadoso y diligente esperado del profesional legal. Algunos ejemplos son:

  • Dejar vencer plazos procesales clave por descuido
  • Extraviar documentos importantes para el caso
  • Asesorar erróneamente sobre viabilidad legal de una acción
  • Desconocer leyes, jurisprudencia o procedimientos actualizados
  • No comparecer a audiencias fundamentales

Las consecuencias de esta negligencia profesional para el cliente pueden ser muy graves, desde la pérdida del juicio, imposición de multas, penas de cárcel, pérdida de bienes, daño de reputación, y un largo etcétera.

Abogados discutiendo

Consecuencias de la negligencia abogadil

La negligencia profesional de un abogado al manejar el caso de su cliente puede traer muy diversas consecuencias perjudiciales para los intereses de quien confió en sus servicios. Algunas de las principales son:

  • Pérdida del juicio o del caso por errores evitables cometidos por el abogado.
  • Imposición de multas, sanciones pecuniarias o penas privativas de libertad que se pudieron evitar con una defensa diligente.
  • Eliminación de atenuantes que disminuyan la pena, por descuido del abogado.
  • Extravío de documentos fundamentales para el proceso judicial o procedimiento legal.
  • Dejar vencer plazos procesales claves, presentar recursos fuera de término.
  • Asesoramiento inadecuado al cliente sobre viabilidad legal de acciones a tomar.
  • No comparecencia a audiencias o diligencias trascendentales.
  • Daño a la reputación personal o comercial por mal manejo del caso.
  • Imposibilidad de volver a plantear la misma demanda por cosa juzgada.
  • Pérdida de oportunidades de conciliación por desconocimiento o desinterés del abogado.
  • Condena a costas y gastos judiciales que pudieron evitarse.
  • Tener que contratar otro profesional para subsanar errores.
  • Pérdida de bienes o derechos por negligencia en el patrocinio legal.

Como se observa, las consecuencias de una inadecuada o descuidada defensa legal pueden afectar gravemente los intereses del cliente. La responsabilidad profesional existe para que los perjudicados sean indemnizados.

Plazos de prescripción para reclamar por negligencia abogadil

Al sufrir daños por la negligencia de un abogado, es clave presentar la reclamación dentro del plazo de prescripción establecido, para que proceda legalmente.

Plazo general para reclamar

El plazo general de prescripción para interponer una demanda civil por responsabilidad profesional de abogados es de 2 años a partir de que se produjo el hecho dañoso o el cliente toma conocimiento del mismo. Después de transcurrir ese lapso de tiempo, expira el derecho a presentar una reclamación.

Factores que pueden afectar el plazo de prescripción

Existen situaciones particulares que pueden modificar este plazo general:

  • Si fue un daño continuado, el plazo se reinicia con cada hecho nuevo.
  • En casos de dolo, el plazo se extiende a 5 años.
  • Si el daño no es manifiesto, el plazo empieza cuando se descubre.
  • En caso de que el cliente sea menor de edad, el período se detendrá.
  • En daños muy complejos, el juez puede ampliar prudencialmente el plazo.

Abogado hablando

Diferencia entre negligencia grave y menos grave

Existe una diferencia importante entre lo que se considera una negligencia profesional leve de un abogado y una negligencia grave. Esta distinción tiene implicaciones directas tanto en el plazo que tiene el cliente afectado para presentar una demanda o reclamación, como en el monto de la eventual indemnización.

Se habla de negligencia profesional leve cuando se trata de descuidos, errores u omisiones excusables por parte del abogado. Por ejemplo, confundir accidentalmente una fecha límite para presentación de pruebas, cometer algún error tipográfico al redactar un documento legal, o algún descuido al etiquetar evidencia para un caso.

Si bien se trata de falta de diligencia, se consideran incidentes aislados y de buena fe que no generan un perjuicio sustancial al cliente. En estos casos de negligencia profesional leve, el plazo que tiene el cliente afectado para presentar una reclamación es de solo 1 año a partir de evidenciarse el error.

Por otro lado, la negligencia profesional grave implica impericia, imprudencia temeraria o incluso dolo por parte del abogado. Por ejemplo, firmar documentos legales sin autorización del cliente, extraviar evidencia vital para un juicio, no presentar una apelación a tiempo haciendo perder definitivamente un caso, entre otros. Se trata de acciones u omisiones con consecuencias significativas para el cliente.

Ante negligencia profesional grave, los clientes tienen un plazo de 2 años para iniciar una demanda formal contra el abogado. Adicionalmente, las indemnizaciones y sanciones económicas tiende a ser más elevadas en comparación con casos de negligencia leve.

Pasos para presentar una reclamación por negligencia

Para reclamar indemnización al abogado por su mala praxis, se recomienda:

Documentación necesaria

  • Recopilar pruebas: informes, dictámenes, testigos que constaten la negligencia y sus daños.
  • Conservar registros de todas las comunicaciones y hechos relevantes.
  • Pedir segunda opinión de otro abogado que respalde la reclamación.

Elección del abogado adecuado para tu caso

  • Elegir a un abogado especializado en asuntos de responsabilidad profesional.
  • Evaluar opciones y comparar honorarios, experiencia, recursos.
  • Establecer relación de confianza y seguimiento estrecho del caso.

Proceso judicial y extrajudicial

  • Primero intentar una mediación prejudicial con el abogado demandado.
  • De no lograrse acuerdo, presentar demanda civil por daños y perjuicios.
  • Durante el proceso, estar dispuesto a conciliar si se dan condiciones justas.

Jurado

Casos reales de negligencia y sus resoluciones

Examinemos algunas situaciones reales para comprender de manera más clara cómo se aplican estos conceptos.

Caso 1: Negligencia en contrato de compraventa

Una individuo solicitó los servicios de un abogado con el propósito de redactar un contrato de venta de un bien raíz. Por descuido, el contrato adolecía de vicios de nulidad que hicieron que el cliente perdiera la propiedad. Al mes de darse cuenta, demandó al abogado alegando negligencia grave y logró que le indemnizaran el valor del bien.

Caso 2: Fallo en la defensa penal

Un abogado penalista no compareció a una audiencia clave y tampoco presentó un recurso dentro del plazo. Su defendido fue condenado a prisión. Al año de la sentencia condenatoria, demandó al abogado por negligencia y obtuvo una indemnización monetaria. En ambos casos se actuó dentro del plazo de prescripción aplicable logrando éxito en las demandas por mala praxis profesional.

Martillo en una mesa

Preguntas Frecuentes

¿Cuándo prescribe negligencia abogado?

El plazo general de prescripción para demandar a un abogado por su negligencia es de 2 años contados desde que se produjo el daño o se tuvo conocimiento del mismo. Existen excepciones que pueden ampliar o reducir el plazo según el caso.

¿Cuánto tiempo tengo para reclamar por daños y perjuicios?

Depende si la negligencia es leve o grave, pero generalmente es de 1 año en casos leves y de hasta 2 años en casos de impericia, imprudencia temeraria o dolo. Se debe analizar bien cada situación con un abogado experto.

¿Cómo reclamar negligencia abogado?

Se debe recopilar pruebas, solicitar dictámenes técnicos, conseguir testigos y presentar una demanda civil por daños y perjuicios dentro del plazo de prescripción aplicable. Lo ideal es contratar a un abogado especialista en casos de responsabilidad profesional.

¿Qué es la mala praxis de un abogado?

Se considera mala praxis cuando el abogado incumple sus obligaciones profesionales y éticas debido a negligencia, impericia, imprudencia, descuido o dolo, lo que provoca daños al cliente. Algunos ejemplos son perder plazos procesales, extraviar documentos o asesorar inadecuadamente.

¿Cómo se prueba la mala praxis?

Aportando todas las pruebas documentales que evidencien el error o negligencia, como archivos del caso, reportes, correos electrónicos. También mediante testigos y el dictamen de peritos que expliquen el incumplimiento del deber profesional.

¿Cómo hacer una demanda por mala praxis?

Se debe preparar la demanda civil con ayuda de un abogado especialista, aportando todas las pruebas recopiladas, solicitando indemnización proporcional al daño y presentándola ante los tribunales competentes dentro del plazo de prescripción vigente.

¿Qué sanciones existen por la mala praxis?

El colegio profesional puede imponer sanciones disciplinarias como amonestación, suspensión de licencia o exclusión de la matrícula. Las autoridades estatales tienen la facultad de imponer penas de prisión en casos de delitos de estafa o fraude procesal. Y en la vía civil se puede obtener indemnización de daños y perjuicios.

Ante cualquier indicio de negligencia profesional por parte de un abogado, se debe actuar con celeridad y diligencia, asesorarse con un experto y presentar la reclamación dentro del plazo legal, para responsabilizar al profesional negligente y obtener una justa compensación por los daños sufridos. El cliente siempre debe proteger proactivamente sus derechos.

domingo, 16 de octubre de 2022

Llamamiento en garantía

 

Llamamiento en garantía

El llamamiento en garantía es una figura jurídica procesal a través de la cual se puede vincular a un tercero a un proceso, para que, en caso de condena, cumpla con el valor de ella como garante.

Qué es el llamamiento en garantía.

El llamamiento en garantía se hace generalmente en casos los casos en los que se controvierte una responsabilidad, donde se llama al tercero que debe responder en caso que prosperen las pretensiones.

Por ejemplo, cuando una persona atropella a un transeúnte y es demandado para responder por los perjuicios, en el proceso que se adelante en contra de la persona para que indemnice los perjuicios causados, este puede hacer el llamamiento en garantía a la aseguradora con la cual contrató un seguro de responsabilidad para que esta responda.

Es necesario para que proceda el llamamiento en garantía, que exista un vínculo jurídico entre quien efectúa el llamado y la persona a quien se llama en garantía.

Llamamiento en garantía en el código general del proceso.

El código general del proceso en su artículo 64 establece el llamamiento en garantía de la siguiente manera:

«Quien afirme tener derecho legal o contractual a exigir de otro la indemnización del perjuicio que llegare a sufrir o el reembolso total o parcial del pago que tuviere que hacer como resultado de la sentencia que se dicte en el proceso que promueva o se le promueva, o quien de acuerdo con la ley sustancial tenga derecho al saneamiento por evicción, podrá pedir, en la demanda o dentro del término para contestarla, que en el mismo proceso se resuelva sobre tal relación.»

La sala civil de la Corte suprema de justicia en sentencia AC2900-2017 se refiere a esta figura en los siguientes términos:

«… la figura del «llamamiento en garantía», la cual se ha considerado como un tipo de intervención forzosa de un tercero, quien por virtud de la ley o de un contrato ha sido solicitada su vinculación al juicio, a fin de que, si el citante llega a ser condenado a pagar una indemnización de perjuicios, aquel le reembolse total o parcialmente las sumas que debió sufragar, por virtud de la sentencia.

El fundamento, entonces, de esa convocatoria, es la relación material, puesto que lo pretendido es transferir al citado las consecuencias pecuniarias desfavorables previstas para el convocante interviniente en el litigio e insertas en el fallo.

La vinculación de aquél se permite por razones de economía procesal y para brindarle la oportunidad de ejercer su derecho de defensa, en la pretensión de reembolso formulada por la parte citante.»

Con el llamamiento en garantía se trae una persona distinta al demandante y al demandado, para que responda de acuerdo a la relación existente entre él y quien lo llamo, es decir, que es importante el vínculo para que proceda dicho llamamiento.

Importancia del llamamiento garantía.

Esta figura típica del derecho civil reviste mucha importancia pues el demandado puede librarse de los efectos adversos de la sentencia los cuales pueden recaer en manos del llamado en garantía.

El llamamiento en garantía en realidad es muy similar a la denuncia del pleito de tal manera que es difícil establecer diferencias concretas entre estas dos figuras; será por esta razón que el código de general del proceso los unifica solo denominándolo llamamiento en garantía.

El llamamiento en garantía se caracteriza fundamentalmente por lo siguiente:

  • Puede ser realizado tanto por el demandante como el demandado.
  • En la sentencia en la que se resuelve el pleito planteado entre las partes se resuelve lo tendiente al llamado en garantía.

El llamamiento en garantía implica que un tercero deba comparecer forzosamente, pero no como parte demandada, sino como garante del cumplimiento de las pretensiones alegadas.

Ejemplos de llamamiento en garantía.

Algunos ejemplos de llamamiento en garantía son los siguientes.

  1. Un demandado a la aseguradora con la que tiene suscrita una póliza que ampara el riesgo de daño por el que está siendo demandado.
  2. Cuando el fiador demandado que llama al deudor principal.
  3. Cuando un banco paga un cheque sin seguir las instrucciones dadas y el acreedor no recibe el dinero, demandando al deudor.

El llamamiento en garantía puede proceder porque la ley lo dispone, o porque un contrato así lo establece, como el caso típico del contrato de seguros, donde la aseguradora se compromete a pagar los daños que cause el asegurado a un tercero.

La coadyuvancia en el Código General del Proceso

 

La coadyuvancia en el Código General del Proceso




El Código General del Proceso regula la figura jurídica de la coadyuvancia, la cual hace referencia a que aquella persona que tenga una relación sustancial con una de las partes, tomará el proceso en el estado en que se encuentre en el momento de su intervención y podrá efectuar los actos procesales permitidos a la parte que ayuda, siempre que no estén en oposición con los de esta y no impliquen disposición del derecho en litigio.

Es importante tener en cuenta que podrá ser coadyuvante aquella persona que tenga una relación sustancial con una de las partes, a la cual no se le extenderán los efectos jurídicos de la sentenciapero podrá verse afectada si dicha parte es vencida. Además, el coadyuvante podrá intervenir en el proceso, mientras no se haya dictado sentencia de única o de segunda instancia.

El artículo 71 del Código General del Proceso establece que la coadyuvancia solo es procedente en los procesos declarativos. La solicitud de intervención deberá contener los hechos y los fundamentos de derecho en que se apoya y a ella debe acompañar las pruebas pertinentes. Si el juez estima procedente la intervención, la aceptará de plano y considerará las peticiones que hubiere formulado el interviniente. Así mismo, la intervención anterior al traslado de la demanda se resolverá luego de efectuada esta.

Ahora bien, el Consejo de Estado ha señalado que quien tuviere un interés legítimo en el resultado del proceso, podrá intervenir en él como coadyuvante del actor o de la persona o autoridad pública contra quien se hubiere hecho la solicitud.  Adicionalmente, y para terminar, es importante tener en cuenta que la coadyuvancia también está expresamente prevista para las acciones de tutela en virtud del artículo 13 del Decreto 2591 de 1991.

Intervención ad excludendum

 

Intervención ad excludendum

La intervención ad exludendum es una figura por medio de la cual se admite en un proceso la presencia de un tercero cuya pretensión es la cosa o el derecho controvertido en todo o en parte, es decir, que quien interviene como tercero ad excludendum pretenden que se le reconozca el derecho sobre lo que se está discutiendo en el proceso.

Intervención excluyente.

Para intervenir en un proceso como tercero excluyente se debe formular la demanda contra el demandante y demandado en los términos del primer inciso del artículo 63 del código general del proceso:

«Quien en proceso declarativo pretenda, en todo o en parte, la cosa o el derecho controvertido, podrá intervenir formulando demanda frente a demandante y demandado, hasta la audiencia inicial, para que en el mismo proceso se le reconozca.»

Es decir, que la demanda como tercero excluyente debe ser presentada antes de la audiencia inicial, pues luego de realizada esta ya no es posible. Esta figura aplica únicamente respecto a procesos declarativos, por lo que se excluyen los llamados procesos ejecutivos, donde ya existe un derecho reconocido y simplemente se pide su ejecución.

Demanda ad exludendum.

El código de procedimiento civil señalaba como requisito para la intervención ad excludendum que la demanda del interviniente debía presentarse con el lleno de los requisitos establecidos y que dicha demanda se debía notificar a las partes dar traslado por el mismo término señalado para la demanda principal, situación que no se encuentra plasmada en el artículo 63 del código general del proceso, al igual que el tema del recurso que procede contra el auto que niega o acepta la intervención.

En el código general del proceso, como la intervención excluyente solo es admisible hasta la audiencia inicial, las pruebas que se soliciten y se consideren necesarias serán decretadas en la misma audiencia y practicadas en la audiencia de instrucción y juzgamiento.

La intervención excluyente se lleva en cuaderno separado y se tramita conjuntamente con el proceso, y en la sentencia se decidirá la intervención en primer término.

Denuncia del pleito equivale al llamamiento en garantía

 

Denuncia del pleito equivale al llamamiento en garantía

21 de Junio de 2013

La distinción entre las figuras de la denuncia del pleito y el llamamiento en garantía no tiene efectos prácticos, señaló la Sección Tercera del Consejo de Estado.

En su opinión, ambas pretenden regular situaciones casi idénticas, es decir, la vinculación forzada de un tercero al proceso, por existir un nexo material que lo ata a alguna de las partes, específicamente una relación sustancial o un vínculo legal o contractual, según corresponda. Así, las dos figuras tienen la misma base jurídica y sus diferencias son imperceptibles, agregó.

Si bien la denuncia del pleito ha sido entendida como un instrumento para que el vendedor materialice la obligación del saneamiento por evicción de la cosa vendida, es equivalente al llamamiento en garantía, especialmente cuando se rigen por los artículos 55 y 56 del Código de Procedimiento Civil, en cuanto a oportunidad y documentación, indicó.

El alto tribunal resaltó que el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo (Ley 1437 del 2011) y el Código General del Proceso (Ley 1564 del 2012) solo regularon el llamamiento en garantía. Por tanto, esta es la única institución que autoriza la participación forzosa de terceros en el proceso, concluyó.

(Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia 25000232600020110051901 (45783), mar. 11/13, C. P. Jaime Orlando Santofimio)

lunes, 10 de octubre de 2022

Error de prohibición

 

Error de prohibición

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El error de prohibición es la figura jurídica por la que el autor de un hecho delictivo, al realizar el hecho, pensaba de forma equivocada que su actuación era lícita. En la teoría finalista del delito, cuando el error de prohibición es invencible, elimina la culpabilidad. Es equivalente al lugar que ocupa el error de derecho en la teoría causalista.

En el Derecho Penal, es habitual que los especialistas sostengan que para que exista culpabilidad, tienen que reunirse tres elementos: la imputabilidad, la exigibilidad de la conducta y el conocimiento de la antijuridicidad. El error de prohibición impide que se reúna este último elemento, que exige que el autor no sólo tenga la capacidad de distinguir entre lo lícito y lo ilícito, sino que además debe saber que esa conducta está prohibida. Si no lo sabe, incurre en error de prohibición.

Detalle[editar]

Zaffaroni ha definido el error de prohibición como el que versa "exclusivamente (sobre) la compresión del carácter y entidad de injusto del acto".1​ Se distingue del error de tipo, que se produce cuando una persona desconoce los elementos del tipo penal.

El error de prohibición puede ser vencible o invencible. La diferencia es importante porque solo en el caso de este último hay ausencia de culpabilidad, mientras que en el primer caso corresponde atenuarla. Zaffaroni construye tres reglas para diferenciar un caso del otro: (1) es invencible si el autor no pudo comprender la criminalidad de su hecho; (2) es vencible cuando su comprensión tuvo dificultades que no le son imputables totalmente; (3) cuando la no comprensión de la criminalidad le sea totalmente imputable, no corresponde considerar ninguna atenuación.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1.  Zaffaroni, 2002, p. 733.

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]